El problema de Twitter
La mayor parte de los usuarios de Twitter (actualmente X) puede estar de acuerdo en que la cantidad y dirección de los cambios que han ocurrido en la red social durante el último año han sido, al menos, cuestionables. Desde cambios que afectaron a sus empleados en su momento, como los despidos masivos, hasta cambios que afectan la experiencia de los usuarios, como los múltiples cambios al sistema de verificación, las limitaciones temporales a la cantidad de publicaciones que se podían leer por día, cambiar el nombre y quitar el logo clásico del pájaro, restaurar cuentas de personas problemáticas que habían sido baneadas previamente, el aumento en la frecuencia de publicidad en el sitio, más recientemente la posible eliminación de los hashtags, etc.
Por otro lado, la lista de cambios beneficiosos que han ocurrido desde la compra de Musk es bastante reducida y podría ser tema de discusión. A modo de ejemplo, uno de los cambios positivos que han ocurrido en el último tiempo ha sido la inclusión de las “notas de la comunidad” (Community Notes) con el objetivo de detener la difusión de “fake news”. No obstante, el sistema aún tiene un amplio margen de mejora si es que busca cumplir efectivamente con su objetivo.
En el título utilizo la palabra “solución” porque lo dicho hasta aquí podría presentarse como un problema: los repentinos y sucesivos cambios ocurridos, para bien o para mal, en la plataforma luego de que cambiara el dueño y CEO tras una compra caprichosa. Con esto hago referencia al conocido Elon Musk, quien compró la red social tras una serie de eventos cuestionables en sí.
Sin embargo, más allá de Twitter, me parece que vale la pena considerar como un problema el hecho de que una persona con poder monetario pueda simplemente adueñarse de espacios de internet que han sido de “uso público” y han funcionado de una manera determinada por años, y modificarlos al punto de dejarlos irreconocibles.
Esto, en teoría, podría afectar a cualquier red social que sea propiedad centralizada, que pertenezca a una empresa o tenga fines comerciales. Sirven como ejemplos, Facebook, X (previamente Twitter), Tumblr, Instragram, TikTok, Reddit, Pinterest, etc. A fin de cuentas, son sitios donde la primera y última palabra la tiene un grupo limitado de personas y no el público que las usa.
Lo anterior tiene consecuencias no solo en la experiencia de uso misma, sino que también en términos de privacidad y seguridad. Con esto me refiero a que la mayor parte de las redes sociales manejan una importante parte de los datos que le damos y accedemos darles al momento de aceptar los términos y condiciones. Los datos de nuestras relaciones, conversaciones, comportamientos, metadatos, etc. están a disposición de un grupo reducido de individuos con intenciones meramente comerciales.
Por lo mismo, no es insensato llegar a la conclusión que es un problema que una red social, un espacio que mucha gente utiliza diariamente para expresarse y entablar relaciones, esté bajo el poder de personas tan lejanas a sus mismos usuarios. De otra manera, es problemático que el usuario final de las redes sociales no tenga poder alguno en lo que respecta siquiera a cómo funciona su comunidad.
¿BlueSky como solución?
En respuesta a lo anterior, han surgido redes sociales como BlueSky, que ha generado fama últimamente, especialmente en X (anteriormente Twitter), por aparentemente ser una alternativa a lo que era Twitter antes de que fuera comprado por Musk. Pero, ¿qué es BlueSky?

BlueSky es una red social orientada al “microblogging”, creada por el co-fundador y antiguo CEO de Twitter Jack Dorsey. La gracia de esta red social es que precisamente toma el formato de lo que era Twitter. Sin embargo, surgió antes de que tal red social fuese comprada por Musk, el 2019. Su origen se da bajo la idea de crear un protocolo de red social descentralizado. Este protocolo tiene actualmente el nombre de “ATProtocol”.
Parte de las innovaciones que se proponen con este protocolo buscarían generar un “espacio” de internet para cada usuario, donde su identidad digital solo estaría manejada por el mismo usuario final y no por un tercero, independiente de lo que ocurra en las redes sociales en las que interactúa. De esta forma, si al usuario ya no le gusta la red social o instancia (se abordará este término más adelante) de red social de la que es parte, este podría fácilmente migrar a otra sin perder sus publicaciones, imágenes, contenido, seguidores, etc. Por lo tanto, habría una portabilidad total de las cuentas de cada usuario. Hasta ahí todo bien, incluso pareciera ir en la linea de ser una solución al problema que se expuso previamente.
El problema de BlueSky
Lo que se señala de BlueSky suena bien en papel. Sin embargo, existen otros aspectos que es importante a considerar si es que se quiere considerar esta red social como una alternativa o solución real al problema expuesto inicialmente.
El primer problema que surge es en uno de los propósitos mismos de BlueSky, ya que sin importar si su objetivo es replicar Twitter o no, está intentando llenar ese vacío y colgarse el éxito que ha tenido Twitter, para así ser el espacio al que los usuarios de esta última puedan llegar. Esto no le daría una identidad propia a BlueSky. De otro modo, sería básicamente un “Twitter 2”, sin añadir algo nuevo, más allá de la idea de la identidad propia en la web dada por el protocolo que aún están desarrollando. Sin embargo, me atrevería a decir que una gran parte de la gente que aún usa X (anteriormente Twitter) no tiene intenciones de dejar la plataforma solo por esa característica, o las otras relacionadas con ATProtocol.
En segundo lugar, si bien lo que se expone en su documentación de ATProtocol suena bien y va a favor de ser una solución a la centralización de las redes sociales, actualmente no cumple con lo prometido. Es decir, la portabilidad de cuentas conservando la identidad del usuario no es algo que esté disponible en el presente, ya que existe solo un servidor bajo ese protocolo (el oficial de BlueSky), que está bajo las reglas y moderación de sus “dueños”. Por tanto, a pesar de que se habla mucho de descentralizar, BlueSky está centralizado por el momento. Y, si bien, el objetivo propuesto es ser descentralizado, nada asegura que es algo que cumplirán realmente.
En tercer lugar, se desprende de lo anterior que podrían cambiar de decisión en cualquier momento y centralizar su comunidad, aislándola en cierto modo. Especialmente si existen fines monetarios de por medio, que no es algo que escaparía de lo esperado para un proyecto tan grande como lo busca ser BlueSky.
En cuarto lugar, BlueSky está, en cierta forma, “reinventando la rueda”, ya que actualmente ya existen diversos protocolos que permiten tener redes sociales descentralizadas. Si bien, no poseen la o las características específicas por las cuales se está desarrollando ATProtocol, tales redes funcionan bastante bien. Por ejemplo, es posible mencionar ActivityPub, que está a la base de redes sociales como Mastodon.
Mastodon
Pero si BlueSky con su protocolo ATProtocol no es la solución al problema descrito al comienzo, ¿cuál es? Actualmente Mastodon se perfila como una alternativa descentralizada al uso que le da la persona común a X (anteriormente Twitter). Cómo se mencionó previamente, Mastodon funciona bajo el protocolo ActivityPub que lleva años en uso. Si bien, este protocolo no permite una migración prolija de cuentas entre instancia e instancia, si permite que los usuarios accedan al contenido de cualquier otra red social que utilice el mismo protocolo.

Ahora bien, ¿qué es una instancia? Sirve como analogía pensar en Mastodon como una red social unida por muchos puntos enlazados. Cada uno de estos puntos sería una instancia. Cada instancia tiene su nombre, sus reglas y sus usuarios en concreto. Aún así, dos usuarios de instancias distintas pueden interactuar entre sí, ya que ambas instancias funcionan bajo el mismo protocolo.
Otra forma de entender las múltiples instancias de Mastodon, es comparándolas con los servicios de correo. Uno puede crearse una cuenta en Gmail y tener su correo bajo el alero de Google. Sin embargo, eso no impide que uno pueda enviarle un correo a una persona que utilice Outlook, por ejemplo. De la misma manera, una persona puede crear una cuenta en mastodon.social (instancia principal) e interactuar perfectamente con otra que tenga una cuenta en lile.cl, la cual es una instancia más pequeña.
Volviendo a lo principal, las múltiples instancias, y la capacidad para interactuar entre sí, es lo que hace que Mastodon sea una red social descentralizada. Ya que cualquier persona puede crear su propia instancia, con sus propias reglas y con limitación (o no) de registro. Por lo mismo, no existe un solo dueño de la plataforma, sino que son sus mismos usuarios quienes tienen el control de esta.
Otras ventajas que tiene Mastodon, que también son solución a otros problemas que presenta X (anteriormente Twitter), son: no hay publicidad dentro de la plataforma, ya que las instancias no existen bajo un modelo corporativo ni con fines monetarios. Además, no hay un algoritmo que elija qué contenido debes ver o es apropiado para tí, sino que existen distintas timelines (TL). Estas se dividen en “seguidos” (se muestran las publicaciones de personas que sigues), local (se muestran todas las publicaciones de la instancia a la que pertecenes) y federada (en términos simples, se muestran las publicaciones de usuarios seguidos por todos los usuarios de tu instancia y la instancia a las cuales pertenecen esos usuarios).
En cierta forma, la pestaña local y federada te permite interactuar y descubrir publicaciones y personas nuevas para seguir. Esto, en mi opinión, es un buen reemplazo a las sugerencias que podría ofrecer un algoritmo. Algunas aplicaciones incluso permiten seguir las timelines de otras instancias, como si fueran tu “local”. Por otro lado, el hecho de que no haya algoritmo tiene la implicancia detrás de que no una hay recolección de datos que se utilicen para perfilar a los usuarios en Mastodon, como si ocurre en muchas otras redes. Otra ventaja es que Mastodon es software libre y de código abierto, por tanto cualquiera podría revisar cómo funciona bajo la superficie.
En general, con esta información, es posible observar que sería imposible que suceda en Mastodon lo que le ha estado ocurriendo a X (anteriormente Twitter) en el último año. Principalmente por el hecho de que, incluso si la instancia principal (mastodon.social) fuese alterada a deseos de un individuo caprichoso, esto no afectaría para nada al resto de las instancias y los usuarios de la instancia principal podrían migrar a otra instancia. Por lo mismo, Mastodon si es actualmente una solución al problema que se planteó en un comienzo.
Fediverso
Por otra parte, se puede destacar que Mastodon, por funcionar bajo el protocolo ActivityPub, no solo puede comunicarse con otras instancias de Mastodon, sino que también puede hacerlo con cualquier red social o sitio web que adopte el mismo protocolo. Esto entrega una gran flexibilidad respecto al contenido y las cuentas que uno puede seguir a través de Mastodon. Por mencionar algunos ejemplos: Pixelfed, que es un equivalente de Instagram; PeerTube, un equivalente al servicio que ofrece YouTube; Lemmy, un equivalente a Reddit; etc.
Al conjunto de sitios que funcionan bajo este protocolo se les llama “Fediverse” o “Fediverso”. En general, parece ideal que todos los sitios, en especial las redes sociales, puedan interactuar entre sí. Y de hecho es la idea del fediverse, algo que también se quiere lograr con el ATProtocol de BlueSky, solo que el fediverse le lleva bastante ventaja de tiempo.
Un ejemplo notable de lo relevante que está siendo el fediverse es que “Threads” (de Instagram y Meta) tiene en su hoja de ruta abrirse a este espacio de redes sociales. Esto, para algunos usuarios, puede generar una opinión mixta. Sin embargo, que una empresa como Meta, dueños de redes sociales predominantes hoy en día, quiera descentralizar su plataforma hacia el fediverse, implica que el impacto de este último es bastante amplio. Las implicancias de esto es que, cuando lo hagan, no será necesario tener una cuenta en Threads para comunicarse con conocidos que tengan una cuenta allá. Sino que bastará con seguirlos desde la cuenta de Mastodon o la red social del fediverse que uno prefiera.
Ahora bien, como se mencionó levemente antes, la migración de cuentas entre instancias que usan ActivityPub es una de sus desventajas. En particular, en el caso de Mastodon, uno puede cambiarse fácilmente de una instancia a otra, conservando los seguidores y seguidos. Sin embargo, las publicaciones quedan en la cuenta original, lo que podría suponer un problema para algunos usuarios.
Otro punto débil de Mastodon es que los mensajes privados como tal no existen. Hay formas de “simularlos”, por ejemplo creando publicaciones que puedan ser vistas solo por una persona, pero son métodos que quedan un poco cortos y están propensos a errores.
Conclusión
Como se mencionó, BlueSky tiene potencial de ser una solución a la problemática de la centralización en las redes sociales. Sin embargo, no lo es actualmente. Habrá que ver en el futuro cómo se desarrolla el nuevo espacio que permitirá el ATProtocol, ver si efectivamente cumplirán las promesas que han hecho y no se cerrará a un modelo comercial.
En en el entretanto, ya existe y ha existido por años una solución a tal problema, el fediverse. Si bien no es perfecto por ciertos detalles, cumple bastante bien su función de mantener una red de sitios descentralizada.
Por último, habrá que ver qué alternativas adoptarán las redes sociales dominantes en el momento, ya que pareciera que Meta estaría apostando por el fediverse. Solo el futuro podrá decir qué le depara al internet.
Nota de pie: Sé que bastaba con poner una sola vez “X (anteriormente Twitter)”. Sin embargo, no deja de causarme gracia el hecho de que la red social no es reconocible si no se hace referencia a Twitter. Lo hago como una pequeña forma de protesta respecto a los cambios injustificados que se produjeron en tal plataforma.